Tercer espacio

Inicio del proyecto: 2011
[Estudiante migrante]

Proyecto de documentación de las historias de vida de los estudiantes que proceden de otros países y que cursan estudios en el Máster Oficial en Producción Artística de la UPV.

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“Tercer espacio” es un término que se utiliza en la investigación celular, ya que es el espacio intercelular, que se encuentra entre células, para distinguirlo del intracelular, el que está dentro de las células, y el espacio intravascular que corresponde al interior de los vasos sanguíneos.

Pero también en los estudios sobre literatura comparada, se denomina “tercer espacio” al espacio híbrido, fronterizo, y a la mezcla de dos narrativas relacionadas con dos situaciones culturales. Es colocarse más allá de los paradigmas de la identidad cultural.

Pero podemos pensar en ese “tercer espacio” como un espacio mental en el que se habita. No es necesariamente un lugar geográfico, sino más bien una condición, una presión cultural que actúa como una membrana por la cual se filtran influencias tanto de la cultura dominante como la de la subordinada. Cuando alguien nace en un lugar y vive en otro, es posible que su espacio mental no esté ni en un lugar ni en otro, sino en un tercero, mezcla de los dos y de otras muchas circunstancias.

Abdelá Taia, El ejercito de Salvación. Este excelente relato autobiográfico me ha servido para poder empezar a preparar las conversaciones que pretendo registrar. Algunos extractos del libro y posibles preguntas:
-¿Cómo era tu vida en tu lugar de origen?
-¿A qué te dedicabas?
-¿Qué hiciste cuando llegaste? ¿Te esperaba alguien?
-¿Cómo viviste tu llegada aquí, es lo que pensabas desde tu lugar de origen?
-¿Cuándo llamas a tu lugar de origen mientes sobre tu situación laboral, emocional o vital? «No debía de sentir pánico ni tener miedo, ni temblar, ni llorar, ni apiadarme de mi suerte. No era el momento, no… Tenía que ser fuerte, FUERTE.»
(Abdelá Taia, El ejercito de salvación, p 52). -¿De dónde sacaste las fuerzas para seguir? ¿Cómo aguantaste el tipo?
-¿Al llegar, encontraste personas que te ayudaran, te hablaran, te hicieran pasar un buen rato, personas que fueran importantes en esos momentos? En el libro se narra la conversación de Abdelá con un taxista de Ginebra (Suiza). El taxista le habló de una mujer marroquí y de la relación que mantuvo con ella: «Me había hechizado. Ya no era yo. Nunca una mujer me había provocado algo parecido. Estaba dispuesto incluso a convertirme al Islam, para que pudiéramos casarnos en Marruecos. Soñaba con vivir junto a ella en Marruecos, en Tánger,  entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. (…) Pero ella quería venir aquí; soñaba con las tiendas, la limpieza, el color verde de Suiza, las estaciones de esquí. (…) Seula encontró a otro hombre, un suizo alemán. Entonces me abandonó. (…) me escribió una carta muy larga. Decía que quería dinero, para ella y para su familia. Para miseria y vida humilde ya había tenido bastante, más que suficiente. Era guapa, lo sabía, y ésa era su única baza para dar con un hombre rico; y los suizos alemanes, según ella, son todos muy ricos.»
(Abdelá Taia, El ejercito de salvación, pp 58-59).-¿Has buscado enamorarte de alguien que tenga dinero?
-¿Un hombre europeo es el hombre soñado?»En aquella gran habitación que hacía las veces de comedor nadie hablaba. Éramos unas quince personas, sin duda alguna de diferentes nacionalidades. No había más que tres mesas, por lo que era difícil evitarse; en uno u otro momento, nuestras miradas terminaban por encontrarse; entonces bajábamos la mirada: ni una sonrisa, ni un gesto de consuelo. Teníamos vergüenza de estar allí, todos habríamos querido olvidar ya nuestro paso por aquel lugar, olvidar aquella noche y nuestras desgracias, que desde luego no era cuestión de compartir allí.»
(Abdelá Taia, El ejercito de salvación, p 68).

-¿Has sentido vergüenza de no tener recursos, de estar «tirado»?
-¿Cómo ves ahora, desde la distancia, tu vida en tu lugar de origen y también tu sexualidad?
-¿Se puede estar feliz y asustado a la vez, aquí, donde vives y sin papeles?

«¿Olvidar qué? ¿Olvidar a quién? ¿Acaso es posible un poco, sólo un poco de olvido?»
(Abdelá Taia, El ejercito de salvación, p 42).

«-Todo va bien, mamá, todo va bien. Sí, he llegado bien. No te preocupes. No hace frío, al menos aún no… No, esta vez no he pasado miedo en el avión. Había muchos marroquíes a mi alrededor y eso me ha tranquilizado un poco, creo… Sí, mi amigo ha venido a buscarme, está aquí conmigo, todavía estamos en el aeropuerto.» (Abdelá Taia, El ejercito de salvación, p 49).

Durante este proceso, encontramos que no se trata solamente de la localización material de los objetos, sino de la combinación de la realidad material con el significado personalizado que damos a este espacio vital, que a su vez produce una dimensión ulterior a lo físico. Edward W. Soja ha estudiado este fenómeno espacial, y en su libro Thirdspace, nos explica que esta combinación de espacios puede ser llamada “Thirdspace”1 ya que

[It] can be described as a creative recombination and extension, one that builds on a Firstspace perspective that is focused on the ‘real’ material world and a Secondspace perspective that interprets this reality through ‘imagined’ representations of spatiality. (6)

Según Soja, podemos interpretar esta combinación de espacios para comprender que el tercer espacio no es único ni exclusivo a una dimensión, ya que es una relación interdependiente entre el espacio físico y el significado que le damos.

Entonces, pasa a ser la creación de un nuevo significado para un espacio específico, lo que es una apertura a la esencia de la experiencia humana vivida más allá de lo material y que puede ser el resultado de la combinación de varios elementos de la vida cotidiana. Este proceso puede ser aplicado a la expresión literaria, ya que ésta representa en sí misma una posibilidad del tercer espacio. En ella se crean realidades donde los personajes tienen conflictos y situaciones que trastornan su zona vital.

http://divergencias.arizona.edu/sites/divergenciasweb.arizona.edu/files/articles/TercerEspacio.pdf

Uno de los críticos que con más perspicacia ha analizado estas dos preguntas (el antagonismo y la representación), es sin duda Homi Bhabha9. En efecto, con la noción de «hibridez», Bhabha propone la creación de un tercer espacio «ex-céntrico» que se encuentra «beyond», «au-delà», más allá de las categorías binarias entre «Self» y «Otro», entre centro y márgenes. Este pasaje, este espacio híbrido se debe situar por lo tanto en las «líneas fronterizas» (the «boundaries») entre varias culturas. El «tercer espacio» otorga al sujeto postcolonial una situación enunciativa alternativa («postmoderna»): le permite salir de la bipolaridad tradicional («moderna») entre Norte y Sur, entre colonizador y colonizado, teoría y política, y en vez de invertir simplemente las categorías, el sujeto postcolonial se autodefine y se autorepresenta fuera de esta bipolaridad10.

Además, Homi Bhabha sostiene que la condición híbrida de la cultura postcolonial se observa concretamente en la experiencia de la dislocación cultural» («cultural displacement»), originada principalmente por la transnacionalidad («the transnational») y por el proceso de la traducción cultural («the translational»). Efectivamente, la migración, el exilio, la diáspora son la situación concreta de cantidad de sujetos postcoloniales. La transnacionalidad plantea el problema de la definición misma de una cultura: ¿se debe seguir relacionando con un territorio nacional? La hegemonía del inglés, a consecuencia de los medios de la comunicación de masa, puede provocar problemas en cuanto a la traducción correcta no sólo de la lengua, sino también de los símbolos aparentemente parecidos, a través de los distintos sistemas culturales. Desde este punto de vista, resulta por lo tanto impensable la reivindicación de una autenticidad cultural, la vuelta hacia (o la mera existencia de) los orígenes inmutables de la cultura.

http://www.vlrom.be/pdf/992postcol.pdf

En 2007 el subcomandante Marcos pronuncia una serie de siete conferencias con el título “Ni el centro ni la periferia” sobre la lucha zapatista y los movimientos antisistémicos. Aunque la popularidad y la repercusión del movimiento zapatista se han reducido, Marcos realiza un esfuerzo por combinar la reflexión teórica con la experiencia práctica con el fin de promover un discurso alternativo, opuesto al sistema capitalista. En este artículo, consideramos los textos como el Tercer Espacio, esto es, un lugar de cuestionamiento del discurso dominante, mediante el rechazo de las oposiciones binarios y la articulación de la diferencia. Para crear dicho espacio, es necesario incluir distintas voces y prácticas sociales que alteren las convenciones y significaciones existentes. Por eso, la intertextualidad y la interdiscursividad son recursos empleados para constituir un texto híbrido, que incluya una pluralidad de identidades y transgreda las normas que condicionan la producción textual. Marcos combina varios géneros, como la argumentación, la narración o el diálogo para ofrecer otros enfoque sobre el discurso político y la inclusión de determinadas voces externas para potenciar un discurso colectivo.

Palabras clave: Tercer Espacio, intertextualidad, interdiscursividad, diferencia, sistema- mundo, movimientos antisistémicos, capitalismo.

http://www.dissoc.org/ediciones/v03n02/DS3(2)Garcia.pdf

EL TERCER ESPACIO: CRUCE DE CULTURAS EN LA LITERATURA DE FRONTERA
Ana María Hernando
Universidad Nacional de Córdoba
http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/142/Hernando%20RML34.pdfEn la actualidad se analizan cada vez más sistemática y reflexivamente, tanto desde los centros académicos como desde otros lugares, gubernamentales o no, las implicancias de la investigación conceptual y empírica de “la frontera”, como “una nueva concepción cultural”. Gwendolyn Díaz, de la Saint Mary’s University, en San Antonio Texas, en una conferencia titulada Made in USA: Hibridez cultural y el “Tercer Espacio” en la literatura de los latino- estadounidenses, destaca en las obras de las novelistas Cristina García, de origen cubano, y Sandra Cisneros, chicana, dos caras de la hibridez, sosteniendo que es un fenómeno no sólo estudiado en las ciencias sino también en los ámbitos culturales. Esta investigadora manifiesta que en ambos casos estamos en presencia de un nuevo espacio cultural al cual Hommi Bhabha denomina el Tercer Espacio, un lugar que aparece definido por la diferencia y la otredad. Al respecto dice: No es necesariamente un lugar geográfico, sino más bien una condición, una presión cultural que actúa como una membrana por la cual se filtran influencias tanto de la cultura dominante como la de la subordinada; una superficie de protección, recepción y proyección (1(.Para explicar esa conjunción de culturas diferentes, Bill Ashcroft, otro experto en la teoría postcolonial, al igual que Bhabha, remite al modelo de la “baranda”, es decir, a un espacio arquitectónico, lugar entre el adentro y el afuera, el hogar y el mundo, lo nuestro y lo otro (ver cita supra). La baranda operaría como un lugar de flujo creativo, un punto de intersección donde fluyen y se mezclan puntos de vista diferentes y múltiples, constituyéndose así el Tercer Espacio, que es el mismo al que alude Bhabha. Continuando con este novedoso y actual marco teórico, Gloria Anzaldúa, en Borderlands /La Frontera, afirma que la confluencia de dos o más corrientes genéricas, la mezcla de razas, no da por resultado una raza inferior sino que, por el contrario, produce un ser híbrido, una especie donde confluyen fuentes genéticas diversas, lo que produce una cultura ricamente dotada de una multiplicidad de tradiciones.
¿Donde esta tu frontera?
1 Gwendolyn Díaz. Made in USA: Hibridez cultural y el “Tercer Espacio” en la literatura de los latinos estadounidenses. Conferencia 2003.