Luz, sonido, fotocopias y bandera. De los paneles 160 x 50 cm.
Este trabajo formó parte de, Llocs Liures. Intervencions al Centre Històric de Xàbia, Jávea (Alicante), 1996.
El edificio situado en la Plaça de Baix nº 6 de Javea (Alicante), popularmente llamado “Casa de la Falange”, ya que fue allí donde estuvo situada la sede de aquel sindicato franquista, se encontraba en aquellos momentos abandonado, o al menos cerrado y sin ninguna utilización pública. Sin embargo, al no haberse dotado de un uso posterior al que le dio la Falange, seguía siendo en la memoria colectiva -aunque convertido ya en una especie de fantasma o buque abandonado-, un símbolo de la España franquista. Cualquier vecino de Jávea llamaba, por aquel entonces, al edificio la “Casa de la Falange”. Y si bien sería comprensible que las personas mayores así lo hicieran, las más jóvenes también lo hacían ya que no existía otro término con el que nombrarlo.
Este trabajo tiene como finalidad recuperar un aspecto de la memoria de la Casa de la Falange: la función educativa que se materializaba en sus aulas. Qué se enseñaba y cómo se hacía, cuáles eran los libros de texto utilizados, qué sistema pedagógico se aplicaba, así como la interrelación en el proceso de enseñanza de una serie de valores políticos únicos y una sola dirección religiosa.
El trabajo surge de mi propia experiencia como alumno en aquel tiempo y bajo el sistema educativo que se proponía y de los recuerdos que posteriormente hemos tenido ocasión de contrastar entre otros compañeros de aquella época que, aunque fue en sus últimos coletazos, marcó considerablemente nuestra posterior evolución, reconociendo en la actualidad una cantidad de cuestiones inherentes a nuestra personalidad que son fruto directo de la educación que recibimos y del sistema educativo que la proponía. Manos de mantequilla y brazos de palillo, son dos frases, o mejor dicho dos insultos, que me repetían constantemente algunos profesores.
La intervención en la antigua “Casa de la Falange” consiste en revivir la parte docente del edificio de forma que provoque la sensación de tiempo detenido y, a partir de aquí, dar pie a una reflexión pública para que se valore justamente qué tipo de enseñanza recibimos los que pasamos por aquellas aulas. Para ello se distribuye la intervención en las siguientes partes:
A) Primer piso del edificio “Casa de la Falange”
Simular por medio de efectos audiovisuales la dinámica de una clase en aquellos lugares donde estaban las aulas. Para ello sería necesario abrir las ventanas, encender las luces por la noche, proyectar sombras como simulacro de que hay gente y sonidos que nos recuerden un aula repleta de niños y un profesor dando clase. El elemento más importante de esta parte de la intervención sería el audio, que consistiría en la reproducción de todo el proceso de una clase de la época. La luz que podría verse por la noche daría la sensación de que el edificio sigue habitado como en tiempos anteriores. El sonido debería ser audible desde la calle pero no en exceso, de forma que se insertara en el sonido ambiente de forma «natural», no causando ningún tipo de molestia a los vecinos. Se oría durante ciertas horas del día, repitiéndose la misma grabación.
B) Parte exterior baja del edificio en C/ LLontjeta
Colocación de cuatro paneles informativos que contendrían textos e imágenes de los libros de enseñanza utilizados en la época, así como textos que hablasen de las diferencias entre los dos sistemas pedagógicos remarcando lo negativo del utilizado por el régimen. Esta información tendría como finalidad ofrecer la posibilidad de contrastar ambos tipos de enseñanza, como forma de conocimiento para los más jóvenes de su memoria histórica. Toda esta información estaría contextualizada por medio de fotografías del edificio en la época en que estaban vivas sus funciones.
Texto del catálogo Para los más jóvenes todas estas cuestiones relacionadas con la dictadura del General Franco pueden parecer incomprensibles y muy lejanas a su contexto socio-cultural. Sin embargo, muchas de las personas que actualmente tenemos alrededor de cuarenta años hemos sido educados dentro de las consignas de un fascismo ridículo que nos obligaba a recitar lecturas cargadas de ideología, a realizar problemas de aritmética en cuyos enunciados se incluían referencias morales, mientras merendábamos la leche que nos daban los americanos, para que completásemos nuestra dieta, destinada a un pueblo pobre, pero lleno de trasnochados ideales de grandeza. Después de la formación paramilitar en el patio de la escuela y de izar la bandera nacional, era muy normal que, brazo en alto, cantáramos «cara al sol con la camisa nueva» que muchos de nosotros no llevábamos. Después de algún cántico religioso o una Ave María, ya dentro de la clase solíamos escuchar «maleer» a algún compañero las patrióticas y muy católicas hazañas de los Reyes Católicos, mientras nuestra mirada se perdía ante los perennes símbolos que presidian las aulas: las imágenes de Franco y José Antonio ocupando sendos lados del crucifijo junto a las consignas: «Por el Imperio hacia Dios» y «Caídos por Dios y por la Patria ¡Presentes!». Todo este intento adoctrinador que realizó el franquismo tuvo su lugar privilegiado, aquí, en la escuela depurada después de 1939 de todos aquellos maestros que no se adecuaron a los nuevos preceptos ideológicos, y ocupada por una serie de personas vinculadas estrechamente a los ganadores de la guerra que posteriormente fueron capacitados para la docencia en breves cursillos orientados a la «formación del espíritu nacional», borrando de un plumazo todas aquellas investigaciones, estamentos e instituciones de enseñanza, así como el trabajo realizado hasta entonces. Para esta función educativa de adoctrinamiento en los valores de los que vencieron la guerra se utilizaron una serie de instrumentos altamente efectivos: la enseñanza religiosa ultracatólica, sin la posibilidad de discernir, dudar o abstenerse, que impregnaba todos los aspectos de la escuela. La enseñanza patriótica, fascista y con ensoñaciones imperiales. Y la enseñanza cívica, ultraconservadora y sentimentaloide (Sopeña Monsalve). Y para llevarlo a la práctica se establecieron unos rígidos métodos educativos basados en el rechazo absoluto de cualquier pedagogía extranjera y se dio suma importancia al método de la repetición creyendo que por medio de él se establecían fija y sólidamente los conocimientos. Y si acaso todo este conjunto de valores inducidos sin posibilidad de disentir podían ser tomados superficialmente por los alumnos o simplemente no participar hondamente en ellos, aunque sí se hiciera en el terreno de las formas, su establecimiento y ocupación del espacio educativo venía a ocultar la realidad social del país, mucho menos floreciente de lo que parecía, con menos recursos de los que nos decían y atado a una sola dirección ideológica, sin posibilidad de establecer discursos críticos y, lo que es más grave, negando la información de otras religiones, ideologías, formas de vida e interpretaciones de nuestra historia. PEPE MIRALLES. 1996 |
La Memoria Docente: manos de mantequilla, brazos de palillo Guión de la Pieza sonora: «LA CLASE»Se oirán los ruidos de los alumnos al entrar a la clase. Habrá cierto alboroto. -Voz del profesor: Venga callaros. Sentaros, sentaros. Se siguen oyendo ruidos y voces de los alumnos. -Voz del profesor: Os he dicho que os calléis, ¡cojones! (Silencio) -Voz del profesor: Como cada día vamos a cantar el Cara al Sol. (Cara al sol) -Voz del profesor: Sacad la Enciclopedia práctica y abridla por la página 426. -Voz del profesor: A ver Fernando qué pasa, porque no sacas la enciclopedia. -Fernando: Me la he dejado en casa Don Domingo. -Voz del profesor: Os he dicho mil millones de veces que los libros no tienen que leerse en casa sino aquí. Estás bobo o qué. Ven aquí. ¿Sabes lo que les pasa a los que no tienen cerebro como tú? (Risas de los alumnos) -Voz del profesor: Callaros, ¡Cojones! (Ruidos de varazos) (Silencio) -Voz del profesor: Antonio empieza a leer la lectura nº 33 Ríos Principales de España. -Antonio: (Empieza a leer): -Voz del profesor: Muy bien Antonio, si sigues así llegarás a ser un buen ingeniero, que falta nos hacen. -Voz del profesor: José sigue tú con la lectura nº 34 Provincias de España. -José: (Empieza a leer): (Interrumpe Don Domingo) -Voz del profesor: Quieres leer con más brío, que pareces una mujercita. -Jóse: (Sigue leyendo): Al acabar la lectura: -Voz del profesor: A ver si os habéis enterao de algo. Joaquín, cuáles son los principales ríos de España. -Joaquín: El río Ebro, el Tajo, El Ebro, El Guadiana y el Guadalquivir. (Risas de algunos alumnos) -Voz del profesor: El primer río Ebro pasa por Zaragoza, y el segundo sabes tú por donde pasa. (Risas de todos los alumnos) -Voz del profesor: Juanito, ¿Dónde nace el río Miño? Juanito: El Miño nace en Fuen Miña, provincia de Lugo. -Voz del profesor: Muy bien Juanito. -Voz del profesor: Bueno, ahora buscad la página 185. Vamos a repasar el verbo Partir. -Voz del profesor: Muy bien. Ahora haced la lección en vuestros cuadernos. Y cuando acabéis os vais al recreo. (Silencio) (Ruido de mesas y alboroto por salir al recreo) -Voz del profesor: Despacio, despacio. (Ruido de mesas y alboroto por entrar a clase) -Voz del profesor: Ahora vamos a hablar de la Historia de España. Abrid la Enciclopedia por la página 529. Lee Julián. Julián: (Empezando a leer): -Voz del profesor: Bueno, después de la lectura haced el ejercicio correspondiente. Concretamente el que pregunta si intervino algún familiar vuestro en la Guerra de Liberación. Describid por escrito lo que hayáis oído sobre la campaña. (Silencio de los alumnos) (Se oye un poco de alboroto) -Voz del profesor: A ver que pasa el la penúltima fila. Álvaro, a qué viene ese alboroto. -Álvaro: Nada Don Domingo. -Voz del profesor: Como que nada. ¡A la palestra Álvaro! Me vas a decir tú a mí que es lo que pasa en la penúltima fila. -Álvaro: Pues verá Don Domingo, es que Vicente dice que esta lección no le gusta. -Voz del profesor: ¡Vicente! sal a la palestra. (Se oye un poco de alboroto) -Voz del profesor: Con que no te gusta esta lección. Pues vas a ver si te gusta después de unos cuantos varetazos. ¡Pon la mano! (Se oyen tres chasquidos en la mano) -Voz del profesor: A seguir con el ejercicio. (Silencio de los alumnos) -Voz del profesor: Vamos ahora con algún problema. Andrés sal a la palestra. Copia en la pizarra este dictado: Un señor de Santander vendió 890 litros de leche a 3 pesetas y con el importe compró en Cáceres 1.000 Kg. de corcho a 2 pesetas el Kg. ¿Cuantas pesetas le sobraron? (Silencio de los alumnos) -Voz del profesor: Juan Bolufer, sal a la pizarra y resuelve el problema. (Juan Bolufer resuelve el problema mal por un fallo en la primera multiplicación) -Voz del profesor: Cada vez eres más burro. -Voz del profesor: A ver quién cree que lo ha hecho bien. A ver tú mismo Ramón. -Ramón: Le sobran 670 pesetas Don Domingo. -Voz del profesor: Muy bien Ramón, siéntate. -Voz del profesor: Ahora cerrad la enciclopedia y abrid el libro de Lecturas por la pagina 86. Pepe lee en voz alta. -Pepe (Empezando a leer): -Voz del profesor: ahora para terminar los deberes, apuntad los siguientes problemas para resolver en casa. Un jornalero ganó 48 pesetas en cada una de las cuatro semanas de febrero. Habiendo gastado durante el mes 186 pesetas. ¿Cuántas le quedaron de lo gastado? En una caja de ahorros y para su hijito, un trabajador ha resuelto depositar la mitad de las 2 pesetas que en fumar gasta semanalmente. ¿Qué cantidad habrá ahorrado al cabo de 20 años? Un torero ha cobrado 20.600 duros por torear durante hora y media. Si de ellos ha tenido que pagar 18.000 pesetas a la cuadrilla, ¿Cuántas pesetas ha ganado por segundo? -Voz del profesor: Los tres problemas resueltos para mañana ¡eh! -Voz del profesor: Y ahora la oración: Dios te salve María…. |