Postes de señalización de madera de 2 m., en un área de 23.000 metros cuadrados. Pantano de Santomera (Murcia). Este trabajo formaba parte de las Jornadas Arte y Naturaleza, Organizadas por el colectivo “Alma de Rana”, Santomera (Murcia), 2000.
Este proyecto de recalificación de suelo público fue propuesto para que formara parte de la ordenación y rehabilitación del entorno del Pantano de Santomera que tenía proyectada la Confederación Hidrográfica del Segura, y se presentó en las Jornadas Arte y Naturaleza, las cuales tuvieron lugar en el Pantano de Santomera en Septiembre del 2000. La intervención consistía en la recalificación, dentro del futuro ordenamiento del entorno de las distintas zonas del Pantano de Santomera, de una extensión de 23.000 metros cuadrados que serían delimitados por medio de un sistema de señalización informativa para los usuarios de la condición gay de esa zona. Los terrenos susceptibles de recalificación ocupaban la parte izquierda del vaso del pantano, englobando en esta zona tanto playazos como zona de monte bajo y bosque mediterráneo. Este proyecto proponía destinar este espacio a los siguientes usos: realización de acampadas, cruising, reuniones de grupos y asociaciones gays, zona de relax para los habitantes de la comarca, zona de contactos eróticos, etc. La señalización se realizaría por medio de 20 postes que anclados al suelo sin dañar en ningún caso el entorno natural. Este espacio no estaba diseñado para ser restringido al uso de seres humanos que no practiquen la homosexualidad, más bien era concebido como un espacio de tolerancia en el que las manifestaciones de cariño, amor, afecto y erotismo entre personas del mismo sexo podían realizarse sin la mirada de extrañeza o pavor que el resto de la población suele poner cuando ve a dos hombres o dos mujeres amándose en un espacio público. No obstante, desde cada una de las balizas se podrían ver la anterior y la posterior, de forma que cualquier persona que penetrara en este espacio podría tener una mínima noción de cuáles son sus límites, algo que los gays estamos obligados a saber desde tiempos inmemoriales.