Inicio del proyecto: 2008
Si el espacio público es heterosexual por definición y decreto, el polígono industrial no se libra de tales característica. En las tramas urbanas es la ocasionalidad la que produce cambios de sentido en los espacios. Ante la mirada normalizada el espacio es hetero siempre.
Este proyecto consiste en la realización de fotografías en polígonos industriales, generalmente vacíos, como metáfora o imagen del curro-macho-testosterónico. En las fotografías pueden aparecer los logos de las marcas de las empresas. Estas empresas son muy heteruzas y bastante homófobas generalmente. El polígono industrial sería como ese lugar de producción, de trabajo y de relaciones humanas que debe de estar más heterosexualizado (de la misma forma que lo heterosexual «garantiza» la producción de hijos).
Por lo tanto, podemos pensar que los polígonos industriales son una imagen metafórica de la heterosexualidad más rancia. ¿Existe una relación entre la planta, disposición y ubicación de un polígono industrial y «lo heterosexual»?