Díptico narcisista, 2002

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Versión helénica: El orgulloso e insensible Narciso es castigado por los dioses por haber rechazado a sus pretendientes masculinos. Ameinias ama a Narciso, pero éste le entrega una espada y Ameinias se suicida delante de la puerta de la casa de Narciso, mientras le pide a la diosa Némesis que algún día Narciso conozca el dolor del amor no correspondido.

Versión romana: La ninfa Eco se enamora de un vanidoso joven llamado Narciso que rechazó su amor. Narciso un día sintió sed y se acercó a un arroyo, quedando fascinado por la belleza de su rostro, por lo que no se atrevió a beber por miedo a lastimar su rostro. Finalmente murió contemplando su deseo.

Versión patológica: La personalidad narcisista se caracteriza por un patrón grandioso de vida, éste se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro. Su visión de las cosas es el patrón al cual el mundo debe someterse. Para los narcisistas el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración y se «emborracha» en la expresión de las mismas.

Se estima que en la población general la prevalencia a lo largo de la vida es del 1%, y en las poblaciones clínicas está entre el 2 y el 16%. Entre el 50 y 75% de las personas diagnosticadas son varones.