Elogio de la pluma

1) La fotografía de Herb Ritts, Fred whit Tires, realizada en 1984, nos sirve de punto de partida para hacer una nueva versión. En vez de fotografiar a un chico con neumáticos lo vamos a fotografíar con boas de plumas. El peso de la pluma no es comparable con el del neumático, pero se necesitará un cuerpo fuerte para tal acción.
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2) Plumas dejadas caer. Serie de fotografías en las que se establece una paradoja situacional: boas de plumas abandonadas en lugares impregnados de masculinidad. Estas fotografías pertenecen a un primer ensayo sobre tal posibilidad.
«Por otra parte, hay que reconocer que estas culturas hipermasculinas han sabido apropiarse del placer anal, pero no de la feminidad. En general, en los ambientes leather, S/M y de osos, la pluma y el afeminamiento están muy mal vistos. Tú vete a una fiesta leather hablando en femenino y no se te acercan ni los camellos. En las convocatorias de muchas fiestas leather, bakala, osos, etc., leemos cosas como «solo tíos machos», «abstenerse locas y plumas», «para tíos de verdad», «rollo muy masculino», etc. Siempre nos pueden decir que para ese tipo de ambiente de marica plumera ya hay un montón de bares y fiestas gais, o que es muy difícil ser masculino y femenino a la vez. Quizá. Pero esa no es la cuestión. La cuestión es que aún se sigue asociando lo femenino a algo inferior, ridículo o incompatible con el varón. La cuestión es que en esa plumofobia se traduce una misoginia evidente, un desprecio y un odio hacia las mujeres. Muchos se defienden de esta acusación diciendo que «pero es que a mí no me da morbo un tío afeminado, no quiero ir a un bar con gente así porque no me excitan». Bien, nadie te pide que te vayas a la cama con un marica plumero, pero de ahí a menudo se pasa al desprecio y al insulto. Para colmo, muchos de esos supermachos plumófobos tienen más pluma que un edredón noruego, con lo cual uno se pregunta si no habrá también una pizca de autodesprecio inconsciente en ese rechazo visceral a la pluma del otro.»
Sáez, Javier, Carrascosa, Sejo, Por el culo. Políticas anales, Madrid, Egales, 2011.
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