Ni oro, ni incienso, ni mirra, 1995

Offset sobre papel, 23 x 16,5 cm.

Editada por el Grupo De Reüll como tarjeta de Navidad.

Una niña pequeña escribe: «ni oro, ni incienso, ni mirra». Un niño mira al espectador mientras succiona una teta escualida y vacía. Parece de mal gusto ofrecer este tipo de imágenes cuando la falsa felicidad navideña nos invade. Pero me interesaba hablar de los otros, de los que no tienen nada.