Soy lo que no parezco

Inicio del proyecto: 2009

[Un proyecto sobre las descripciones homófobas que redactan para describirse a sí mismos algunos hombres que se inscriben en páginas de contactos para gais en Internet]

En una ocasión encontré el perfil de una persona que se describía como «un gay que parecía todo lo contrario de lo que era». Se enunciaba como «heterosexual» y por lo tanto, buscaba gente que tuviera sus mismas características: que no tuvieran ni rastro de pluma, que no fueran afeminados, que parecieran muy machos y que no se les notara nada que eran maricones.

Me llamó mucho la atención que alguien pusiera en valor, a la hora de ofrecerse para un contacto afectivo o sexual, una condición, la heterosexualidad, que no le era «propia». Debo aclarar que creo que en estos casos no se trataba de un juego con las identidades, ni de la posibilidad de una identidad móvil, ni se colocaba en un espacio donde cada uno puede ser lo que quiera, donde cada uno puede escoger en cada momento de su vida lo que quiere ser, qué identidad quiere tener, cómo definirse a sí mismo y qué roles adoptar. Todo apuntaba a que la cosa iba por otro lugar.

Para empezar supongo que el sujeto que escribió tal descripción de sí mismo vivía en una situación de homofobia internalizada. Saber que se es una cosa pero no querer aparentarlo, evitándolo a toda costa y estar orgulloso de ello, es una forma clara de negarse a sí mismo, convirtiéndose en víctima de una batalla que ha emprendido contra sí mismo.

Esta cuestión también evidencia la diferencia de comportamientos que mantenemos si nos encontramos en un espacio público de socialización, o por el contrario estamos en el ámbito de lo privado. Muchos gais se muestran y comportan en los espacios públicos de socialización como «hiper-machos-heteros» y esto está muy valorado en la actualidad. Una muestra de ello, aunque de otro ámbito, es la desaparición del imaginario gay, construido por medio de las imágenes que nos ofrecen los vídeos pornográficos, de actores afeminados o con pluma, al menos de los vídeos de uso más generalizado. Un visionado rápido por Xvideos.com o el blog Hambre de hombre nos corroborará este asunto. En el ámbito privado es más fácil que se suelte alguna pluma.

«Cuando hablamos de lo político, y del régimen heterocentrado, parece que hablamos de algo que está ahí, construido desde siempre de forma estable, un «otro» que es responsable de todos nuestros males. Creemos que sería conveniente invertir esta lógica, y mostrar que se trata de un régimen muy complejo que se construye día a día, un régimen en cuya elaboración participamos tod@s en mayor o menor medida. Queremos recordar desde aquí, que todas esas risitas hacia el pasivo, incluso dentro del ambiente gay, todos esos chistes de maricones a los que dan por el culo, todas esas expresiones negativas hacia el sexo anal, ese acoso a los niños mariquitas con la amenaza de la penetración, todo eso forma parte de este régimen de terror que llamamos régimen heterocentrado, un régimen que impone su ley y su violencia desde el machismo y la misoginia, desde el presupuesto de que tod@s somos heterosexuales, de que solo hay dos sexos, de que nadie debe salirse de sus roles de género, del odio y la persecución a las bolleras, los trans y los maricas, un régimen que respira y crece día a día desde los púlpitos de las iglesias, y las mezquitas, desde las escuelas, los juzgados, desde las familias, desde radios, televisiones y periódicos.»

Sáez, Javier; Carrascosa, Sejo, Por el culo. Políticas anales, Madrid, Egales, 2011.

Este sería un esquema que incluye tres términos fundamentales para la redacción descriptiva de uno mismo, en este tipo de perfiles:

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BUSCO TÍOS MUY DISCRETOS Y SIN PLUMA. SI ESTÁS EN ARMARIO MEJOR

Analizar estas cuestiones es el objetivo de este proyecto. Por ahora tenemos unos cuantos textos descriptivos obtenidos de algunas páginas de contactos, que se presentan alternados con esculturas de Arno Breker…